En la entrada anterior, te compartí lo que la RAE consigna como definición de Identidad. Agradezco mucho tus comentarios, me parece que estamos propiciando el diálogo. Todas las ideas vertidas fueron estructuradas con respeto, lo que considero todavía más importante, porque nos da esperanza; el compartir pensamientos en ese marco, abre posibilidades infinitas. Leamos estas líneas de Martin Heidegger acerca de la identidad: “Sólo cuando al pensar nos volvemos a lo que ya ha sido pensado, nos vemos empleados en lo que todavía está por pensar” (Heidegger, 1957).
Te dejo algunas preguntas para reflexionar: ¿la Identidad es algo estático, o es movimiento?, ¿es algo con lo que se nace, o se va aprendiendo?, ¿será por caso, una combinación de lo anterior?
Ahora te comparto mi pensamiento desde la sociología, ¿por qué desde esa área? Porque, probablemente estés de acuerdo conmigo, esa área del conocimiento nos permite hacer muchas consideraciones que pueden ser aplicables al momento que estamos viviendo, quizá se acerca un poco más a la idea de un saber práctico.
Un punto de vista sociológico
La identidad, es decir, los rasgos propios de un individuo, aquello que lo caracteriza y diferencia entre otros, es un constructo social de narrativa personal, que le permite comprenderse a sí mismo y tener control sobre su vida y futuro en condiciones de incertidumbre. Es el proceso de distinción entre el Yo y la Otredad.
Por tanto, la identidad, puede ser abordada desde tres dimensiones. La primera es la individual, en el Plano de la Personalidad, del Yo. La segunda se da en el Plano de las Interacciones, la Personalidad Colectiva. Finalmente está el Plano Social-Estructural, la Identidad Social.
De ahi que se pueda afirmar que la Identidad es una construcción social, que se objetiva en un habitus, formas de ser y valorar transmitibles y modificables, cuyos rasgos particulares son producto de las interacciones en los diferentes campos en lo que vive y se desarrolla el agente - persona.
Esto nos da dos elementos para reflexionar. El primero es que, siendo una construcción social, es modificable, consciente o inconscientemente, y en ese sentido, puede ser producto de una acción planeada o un evento cuasi azaroso. La segunda, es que en tanto modificable, puede ser dirigido, y a su vez, objetivado en capital simbólico.
Despedida
Considerando las ideas que recuperé de los comentarios del Blog, me gustaría, a manera de despedida, leer tu punto de vista sobre estas preguntas: ¿qué tanto influye la opinión, pero sobre todo, las conductas de los demás en la construcción de tu identidad?, ¿habrá alguno, o varios momentos, que fueron decisivos en tu vida, para ser lo que eres en este tiempo? Espero tus comentarios. Por favor, anota tu nombre, y te recuerdo compartirme alguna bibliografía. Abrazo grande.
Bibliografía
Bourdieu, P. y Passeron, J. (1998). La reproducción. México: Fontamara.
Bourdieu, P. (2008). Capital cultural, escuela y espacio social. México: Siglo XXI Editores.
Heidegger, M. (1957). El principio de Identidad. Recuperado el 3 de marzo del 2020 de file:///Users/ProfDrBosco/Desktop/16823-Texto%20del%20arti%CC%81culo-59902-1-10-20160630.pdf